Hace 35 años emergió de la profundidad de la tierra el
monolito de la diosa mexica Coyolxauhqui, “un hallazgo que marcó un parteaguas
en el estudio de la arqueología y cambió la fisonomía de la Ciudad de México”,
asegura Raúl Arana, el primer arqueólogo en reportar el descubrimiento
monumental.
Fue un hallazgo fortuito realizado el 21 de febrero por
Orlando Gutiérrez, un ingeniero de la Compañía de Luz, quien dirigía una
excavación en la esquina de Guatemala y Argentina para colocar un
transformador. Acudió a unas oficinas del Instituto Nacional de Antropología e
Historia (INAH) para reportar el hecho, pero nadie le hizo caso; no obstante,
insistió en su cometido y llegó a las oficinas de Salvamento Arqueológico dos
días después, donde logró contactar al arqueólogo Arana, a quien le platicó lo
ocurrido.
“Como la compañía solo tenía permiso de la Delegación
para excavar al final del día, llegué al lugar a las 10 de la noche, acompañado
del dibujante Rafael Domínguez”, dice Arana. La escultura, ubicada a dos metros
de profundidad, lo dejó sin habla.
El arqueólogo recuerda que al ver la dimensión de la
escultura empezó a recrear en su mente a esa gran ciudad prehispánica que
estaba conformada por varios templos; entonces, “de repente me toca el hombro
el ingeniero y me dice: ‘Eso ha de ser muy importante porque lleva más de 15
minutos observando y sin expresar ni una sola palabra’”.
La magnitud del hallazgo, relata Arana a MILENIO, lo
llevó a informar a medianoche al entonces director del INAH, Gastón García
Cantú, quien a su vez lo reportó a la Presidencia de la República, no sin antes
ordenar su recuperación al equipo de Salvamento Arqueológico.
Una vez reportado el hallazgo, el director del INAH
ordenó que se hicieran las investigaciones correspondientes para poder dar una
respuesta al presidente José López Portillo, quien al enterarse de la noticia,
deseaba acudir a ese lugar.
“Teníamos el tiempo encima y un grave problema, pues el
monolito solo había sido liberado en un 50 por ciento, por lo que nosotros
teníamos que quitarle de encima más de dos metros de tierra y de concreto que
durante 500 años la habían tenido sepultada. Trabajamos de las cinco de la
tarde del 27 de febrero hasta las 4:30 de la madrugada del día siguiente. Al
ver su dimensión y descubrir que aún conservaba algunos pigmentos, empezamos a
cantar ‘Las mañanitas’”.
El presidente José López Portillo acudió al sitio cinco
días después del reporte de Arana. Rompió el protocolo y bajó hasta el
monumento en medio del lodo; tocó la escultura y la observó detalladamente.
Estaba frente al relieve que representaba a la diosa lunar de los mexicas,
decapitada y mutilada de brazos y piernas tras el combate que sostuvo con su
hermano Huitzilopochtli, dios del Sol y de la Guerra.
Al enterarse, de viva voz de Arana, de que la pieza era
apenas la punta del iceberg —según se aprecia en un video inédito tomado por su
esposa, la arqueóloga Carmen Chacón, y del cual MILENIO tiene copia—, el jefe
del Ejecutivo ordenó de inmediato que se iniciara la excavación para descubrir
la pirámide del Templo Mayor, dedicado a Huitzilopochtli, recinto sagrado que,
junto con toda la ciudad azteca, fue destruido y sepultado por los
conquistadores para construir la urbe colonial
MILENIO CULTURA.
REPORTAJE ESPECIAL
UANL: 80 AÑOS DEJANDO HUELLA
La Universidad Autónoma de Nuevo León
celebrará su octogésimo aniversario con la realización de un centenar de
actividades académicas, culturales, deportivas y de servicios a la comunidad
durante el 2013. El arranque formal de los festejos serán el 25 de febrero con
un espectáculo inaugural, a las 19:00 horas, en el Estadio Gaspar Mass.
Cumplir ocho décadas dedicadas a la educación, generación
del conocimiento, innovación tecnológica y promoción de las diversas
expresiones artísticas, permitirá a la Universidad Autónoma de Nuevo León
ratificar su compromiso con la comunidad a través de una magna celebración.
El doctor Jesús Ancer Rodríguez anunció un programa
conmemorativo que contempla 15 cátedras, seis ferias, tres conciertos de
aniversario, la publicación de tres ediciones especiales, cinco sesiones
solemnes y seis ceremonias para la entrega de premios y reconocimientos a lo
más destacado de sus estudiantes, egresados, artistas e investigadores.
Agregó en rueda de prensa, la realización de ocho actos
conmemorativos, tres brigadas de salud y medio ambiente, el Festival Alfonsino,
dos jornadas de vinculación comunitaria y guardias de honor a cuatro
universitarios ilustres: José Eleuterio González y Raúl Rangel Frías, en la
conmemoración del bicentenario y centenario de sus natalicios, respectivamente;
asimismo, los homenajes al “Regiomontano Universal”, Alfonso Reyes, y al
precursor de la investigación en el norte de México, Dr. Eduardo Aguirre
Pequeño.
“Hay como aproximadamente unas 150 a 170 actividades
extras a las que normalmente hace la Universidad, etiquetadas obviamente en los
tiempos que marcamos para dar realce”, mencionó Ancer Rodríguez en rueda de
prensa.
Las jornadas conmemorativas que arrancarán formalmente el
25 de febrero, se llevarán a cabo durante todo el 2013 en la Explanada de
Ciudad Universitaria, la Plaza de los Universitarios Ilustres, Capilla
Alfonsina Biblioteca Universitaria, Colegio Civil Centro Cultural
Universitario, Teatro Universitario, Biblioteca Universitaria “Raúl Rangel
Frías”, Estadio Universitario y Estadio Gaspar Mass, entre otros espacios de
los campus de Ciudad Universitaria, Mederos, Ciencias de la Salud, Ciencias
Agropecuarias y del área metropolitana.
El Ejecutivo universitario estuvo acompañado en la rueda
de prensa por el Secretario General de la UANL, Rogelio Garza Rivera, y la
Secretaria de Asuntos Universitarios, Luz Natalia Berrún Castañón.
Por: Eduardo Loredo Rivera
Fotografía: José Luis Macías Nicanor
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