La Cineteca Nacional editó "Función
privada: los escritores y sus películas" de Georgina Hernández Samaniego.
Entre la lista de las preguntas para arrancar una charla
amena, ¿cuál es tu película favorita? es la mejor. La respuesta siempre tomará
un insospechado camino, bordeará emociones, memorias, ideas, dividirá opiniones
o buscará cómplices, pero siempre dará testimonio del poder ilimitado del cine,
un poder que supera el tiempo y se extiende más allá de la pantalla.
Fue precisamente a partir de esa pregunta que la editora
Georgina Hernández Samaniego armó el libro Función privada. Los escritores y
sus películas, que ayer por la noche presentaron en la Cineteca Nacional la
directora del recinto, Paula Astorga, la editora de la publicación y Mariana
Ozuna, doctora en Letras.
Si la pregunta resulta siempre apetitosa, quizá lo es más
si se le plantea a un escritor.
Por ello, el libro de Hernández Samaniego reúne los
testimonios de 28 escritores nacidos entre 1940 y 1988, quienes a partir de una
película o un director escribieron lo que quisieron, el resultado es una
variedad de evocaciones en torno a la Ciudad de México, las formas de ver el
cine, la infancia y la adolescencia, así como el descubrimiento de emociones.
“Verano de 1984. Recién salido de la primaria y con
deseos de crecer de golpe, sin nada que hacer sino escuchar cerdos sacrificados
en un rastro que quedaba a medio kilómetro de casa —y que me brindaba la
oportunidad de pasar todo el día cazando moscas para no tener que paparlas— fue
cuando me aventuré a solas por primera vez en el sistema de transporte público
chilango y fue cuando, por primera vez en mi vida también, entré solo a un
cine.”
Así arranca su relato Tiosha Bojórquez, que por entonces
tenía 11 años y vio su primera película solo en la Cineteca Nacional: La mujer
en llamas (1982), del alemán Robert van
Ackeren, que en su momento fue el mayor éxito de taquilla en la Alemania
Federal.
Continúa: “Pero en el verano de 1984, para dejar de papar
moscas y escuchar cerdos sacrificados todo el día, decidí que iba a usar el
dinero ahorrado domingo a domingo durante toda la primaria para ir diario al
cine durante ese verano, sin que nadie (lo que quería decir: mi madre) lo
supiera. Mis únicos cómplices fueron mi hermana y la Cineteca”.
Para Georgina Hernández el libro representa un verdadero
descubrimiento porque todos los convocados escribieron sobre experiencias muy
personales, pertenecen a generaciones distintas así que muestran las
diferencias entre una y otra experiencia de ver cine, unos en sala y otros en
sus computadoras personales.
“El resultado —explica— es una crónica del tiempo que les
tocó vivir a cada uno de ellos, cada escritor logra una atmósfera de cuando iba
al cine y la película que le impactó. Carmen Boullosa, por ejemplo, cuenta que
iba al autocinema con toda la familia, que representaba algo muy emocionante.”
Nicolás Alvarado, que desarrolla su testimonio a partir
de la cinta Sunset Boulevard, escribe: “Imagino que hubo de ser esa canción de
Donna Summer —La primera dama del amor, como la apodaba aquel locutor cuyo tono
jadeoso, jarioso, dejaba en claro que en realidad la pensaba Emperatriz del
Sexo— la que constituyera mi primer encuentro con la palabra inglesa sunset.
“‘Sunset People’ era su título lo que, según consignaba
el estuche del musicasete estampado con el sello de Casablanca Records que
moraba en permanencia en el auto de mi madre —lo escuchaba merced a un curioso
y carísimo adminículo que iba fijo al toldo del vehículo—, significaba ‘Gente
del atardecer’. Yo entendía poco pero intuía mucho. Intuía, por ejemplo, que
debía considerarme privilegiado de que la autora de mis días —ora liberal, ora
atolondrada— no pusiera reparo en que, durante nuestros paseos dominicales,
fuera yo testigo de esos gemidos inefables que profería la cantante, y, al
mismo tiempo, que no debía preguntar por qué la chica gemía tanto (y con tanto
¿sentimiento?).”
Además de lanzar esta publicación, la Cineteca Nacional
programó un ciclo con el mismo nombre, que incluye la exhibición de nueve
cintas del 7 al 17 de mayo (excepto el viernes 10 y el lunes 13), a las 19:30
horas en las salas Juan Bustillo Oro y Luis Buñuel. Cada función será
presentada por el autor que en el libro escribe acerca de su filme favorito.
Cartelera en www.cinetecanacional.net
MILENIO CULTURA — VERÓNICA DÍAZ
Reportaje especial...
UANL: Salvando vidas
Con diversas y entretenidas dinámicas, la Secretaría de Salud y la Universidad Autónoma de Nuevo León iniciaron una campaña de concientización entre la población estudiantil sobre los riesgos del consumo del alcohol, como los accidentes de tránsito y las adicciones, las principales causas de muerte entre los jóvenes.
La campaña "Salvando vidas", dirigida a la población adolescente del estado, inició actividades desde la Escuela y Preparatoria Técnica Médica de la UANL, hasta donde acudió el Gobernador Rodrigo Medina de la Cruz para encabezar la ceremonia y compartir los avances del Plan de Acción en respuesta de la Encuesta Estatal de Salud y Nutrición.
De dicha encuesta se reveló que la primera causa de muerte del grupo de población de 16 a 29 años son los accidentes viales, a causa del consumo excesivo de alcohol y que las adicciones son el segundo gran problema en materia de salud para este sector; por lo que la Secretaría de Salud implementó una serie de estrategias lúdicas para que los jóvenes hagan conciencia del riesgo de conducir en estado de ebriedad.
En la apertura de esta campaña, que se realizó el 23 de abril, estuvo presente el Rector Jesús Ancer Rodríguez; el Secretario de Salud en la entidad, Jesús Zacarías Villarreal; el Director de la Técnica Médica, Aureliano Valdez Flores, y la titular del Instituto Estatal de la Juventud, Karla Morales Ponce.
Promueven la prevención de accidentes
Material didáctico, dinámicas diversas y ejercicios dirigidos a reflexionar en relación al cuidado de la salud se pudo apreciar en una exposición que se instaló en las áreas deportivas de la Técnica Médica; en el inicio del recorrido, Rodrigo Medina de la Cruz visitó el simulador de impactos, un equipo que ofrece a los jóvenes la oportunidad de experimentar un choque automovilístico.
"En la Universidad no sólo trabajamos en la realización de encuestas, contamos con el Programa Universitario de Salud que integra una clínica de atención para los adolescentes (en Guadalupe y Apodaca) y que al año atiende a 120 mil jóvenes, y desde hace siete años aplicamos las pruebas antidoping a los estudiantes de primer ingreso de preparatoria para detectar en forma oportuna algún caso de adicciones", expresó el doctor Jesús Ancer.
El Rector de la UANL enfatizó que para la institución es fundamental atender a este grupo de población, ya que cuenta con poco más de 16 mil estudiantes en este rango de edad.
En tanto, el doctor Jesús Zacarías Villarreal dijo que la Encuesta Estatal de Salud y Nutrición arrojó entre sus resultados que el 34 por ciento de las adolescentes tienen una vida sexual activa, pero sólo un tercio está utilizando un método anticonceptivo; también indica que un número muy importante ya vive en unión libre con sus parejas.
"La salud reproductiva es un tema también que nos interesa en este grupo de población, así como el aspecto de alimentación en la prevención del sobrepeso y obesidad; y en esta campaña englobamos todos estas líneas a través de actividades atractivas para los jóvenes" dijo el Secretario de Salud.
Rodrigo Medina de la Cruz insistió en que la campaña "Salvando vidas" tendrá el impacto necesario para incidir en los estilos de vida de los jóvenes, con lo que se pretende bajar el número de muertes por accidentes viales relacionados con el consumo de alcohol y otros indicadores.
"La encuesta nos está arrojando números que para el Gobierno Estatal significan una alerta y estamos tomando decisiones para modificar positivamente los patrones de vida de la población, en forma particular de los jóvenes, a los que queremos sanos; sumémonos en esta dinámica, sabemos que nos va a ir muy bien, tenemos que hacer las cosas con responsabilidad, sabiendo lo que nos hace bien", exhortó el mandatario estatal.
Por Esperanza Armendáriz
Fotografía Carmen Garza Arangua y Jonathan Monsiváis
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