La estampilla de correos es un homenaje a la Real Academia
Española, por su tercer centenario.
El organismo de Correos ha querido rendir homenaje a la Real
Academia Española en su tercer centenario y, por ese motivo, ha puesto en
circulación un sello conmemorativo de esta efeméride, que se ha presentado hoy
en la sede de la RAE.
El acto ha congregado a académicos, a benefactores de esta
institución y a representantes de diversos organismos y ha estado presidido por
el presidente de Correos, Javier Cuesta; el director de la Academia, José
Manuel Blecua, y el secretario de la misma, Darío Villanueva.
En el sello aparecen letras sueltas del abecedario y tres
ejemplares del Diccionario de la Real Academia Española, ordenados como números
romanos, que dan fe del tercer centenario de esta institución y de su principal
misión: elaborar esa obra esencial de referencia para millones de
hispanohablantes.
La Academia comenzó a funcionar en agosto de 1713, fundada
por Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena, y fue en octubre de 1714
cuando el rey Felipe V aprobó oficialmente su constitución mediante una cédula
real.
Esas dos fechas han acotado en cierto modo la celebración
del tricentenario, que comenzó a finales de septiembre de 2013 con una gran
exposición, que todavía puede verse en la Biblioteca Nacional y que se clausura
el próximo 26 de enero.
El broche final será la publicación de la nueva edición en
papel del Diccionario, el próximo mes de octubre. Contendrá unas 90 mil voces,
entre ellas un buen número de novedades.
Como subrayó Darío Villanueva, la Academia ha querido que su
tercer centenario logre la debida repercusión en la sociedad y no pase
"sin pena ni gloria", como sucedió con el primero y el segundo. En
1814, España padecía la invasión francesa, y un siglo más tarde estallaba la
Primera Guerra Mundial.
Ahora, aunque las cosas "no van bien" en España debido
a la prolongada crisis económica, la RAE "no quería dejar pasar esta
ocasión" y ha organizado numerosas actividades en reconocimiento a la
labor desarrollada por los académicos a lo largo de tres siglos.
Con esas iniciativas, la Academia "lanza un mensaje a
la comunidad hispanohablante", y a la difusión de ese mensaje contribuirá
sin duda el sello emitido por correos. Una palabra, la de "sello",
que en Hispanoamérica se llama "estampilla", como recordó José Manuel
Blecua.
Y, si uno rastrea la palabra "sello" en la
historia de la lengua española, comprobará que está documentada por primera vez
en el siglo XIII, en "Los milagros de Nuestra Señora" de Gonzalo de
Berceo, señaló el director de la RAE.
Blecua considera que la historia del correo marítimo es
"interesantísima para la historia de la lengua española", como
refleja, por ejemplo, la colección de cartas que conserva el Archivo de Indias
de Sevilla.
Esas cartas fueron escritas por los que emigraron a América
a raíz del descubrimiento y sirven para documentar la evolución que fue
experimentando el español de Andalucía y de otras regiones en aquellas tierras.
El presidente de Correos se remontó a la época romana para
situar los orígenes del oficio de portador de cartas. El servicio de correos
fue evolucionando en España con el paso de los siglos y en 1716 adquirió
carácter estatal.
Los sellos son "piezas clave en las comunicaciones
personales y comerciales. Son mensajeros de la lengua, la historia y la
cultura", subrayó Javier Cuesta.
MILENIO CULTURA
Reportaje Especial
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