Un minúsculo sello octogonal del siglo XIX, el One-Cent Magenta, perteneciente a la excolonia británica de Guyana y con el valor de un centavo, fue subastado el martes en Nueva York por 9.5 millones de dólares, lo que constituye un nuevo récord mundial.
La subasta se inició en 4,5 millones y se tardaron sólo dos minutos en venderlo a un comprador anónimo que participó por teléfono, dijo el director de proyectos especiales de Sotheby's, David Redden.
Ejemplar único, Sotheby's estimó su valor entre 10 y 20 millones de dólares.
El récord precedente data de 1996, cuando un sello sueco de 1955, el "Tre Skilling", fue vendido por 2.2 millones de dólares, según Sotheby's.
De 2.54 centímetros por 3.18, el sello está impreso en negro sobre un fondo rojo magenta y tiene como características el dibujo de un barco y el lema de la antigua colonia "Damus Petimus Que Vicissim" (Damos y esperamos a cambio). Asimismo, está firmado por los responsables de Correos de la época.
Las pujas del martes por la tarde estaban exclusivamente dedicadas a este sello excepcional emitido en 1856, una época en la que solo algunos países tenían estampillas.
En aquel entonces, la Guyana británica recibía los sellos por barco desde Inglaterra. Pero en 1856, un cargamento se retrasó, lo que amenazó los envíos postales en toda la colonia. El jefe de Correos pidió entonces a los impresores del periódico local "Royal Gazette" que fabricaran los sellos: un centavo y cuatro centavos de color rojo magenta y de cuatro centavos de color azul.
Algunos sellos de cuatro centavos todavía existen, pero solo hay un ejemplar conocido del One-Cent Magenta, por lo que incluso la colección filatélica de la Familia Real no lo tiene, según Sotheby's.
Reddem subrayó antes de la subasta su "destino extraordinario y su carisma", así como sus extraordinarias condiciones de mantenimiento 150 años después de su emisión.
Encontrado en 1873 por un niño
El One-Cent Magenta fue descubierto en 1873 por un escocés de 12 años durante un viaje a la Guyana británica. Lo vendió aquel año por algunos chelines a un coleccionista local que lo envió a Glasgow para examinarlo.
En 1878, otro coleccionista, del este de Liverpool, en Inglaterra, lo compra. Después hará lo mismo el conde francés Philippe la Renotière von Ferrary, que a su muerte lo legará a un museo berlinés.
Pero al final de la Primera Guerra Mundial, Francia se apoderó del sello por la indemnización que Alemania le tuvo que entregar. El sello es revendido en una subasta de 1922; lo compra Arthur Hind, un magnate textil de Nueva York que paga 35 mil dólares de la época.
El One-Cent Magenta cambiará de manos al menos dos vees aún. En 1970, batirá un nuevo récord en las subastas, de 280 mil dólares.
En 1980, también en una puja, será adjudicado por 935 mil dólares a John E. du Pont, heredero del grupo químico estadounidense, filatélico y millonario excéntrico, que falleció en 2010 en prisión. Fueron los gestores de su patrimonio los que lo pusieron en venta.
El sello no se había visto en público desde 1986. Antes de su venta, Sotheby's lo exhibió en Londres, Hong Kong y Nueva York.
MILENIO CULTURA
Reportaje especial...
Mantienen viva la flama del saber
La UANL egresó la segunda generación del Diplomado Universidad para los Mayores, integrada por 25 graduandos que a lo largo de dos años ampliaron sus horizontes académicos, culturales y sociales.
Debido a la demanda creciente de personas de la tercera edad que quieren ser alumnos de la Universidad Autónoma de Nuevo León, la institución proyecta la construcción de un edificio que sea la sede del Programa Universidad para los Mayores, que se puso en marcha en agosto de 2011.
Así lo declaró el Rector Jesús Ancer Rodríguez durante la ceremonia de graduación de la Generación 2012-2014 del Diplomado Universidad para los Mayores, que se llevó a cabo el 10 de junio en el Centro de Investigación y Desarrollo en Ciencias de la Salud.
Esta segunda generación estuvo integrada por 25 personas -19 mujeres y 6 hombres-, quienes acudieron vestidas con toga y birrete para recibir su reconocimiento por parte de las autoridades universitarias; el padrino de este grupo de graduandos fue el maestro Rubén González Garza.
Se gradúan adultos mayores
"El 8 de agosto de 2011 la UANL se puso a la vanguardia, dimos un paso adelante sobre otros estados y otras universidades, logramos crear un sistema único de educación para adultos mayores en el norte del país y hoy, a tres años de distancia, volvemos a reunirnos para la graduación de esta segunda generación", expuso la maestra Luz Amparo Silva Morín.
La Directora de Educación a Grupos Especiales dijo que los graduandos que durante el programa ampliaron sus conocimientos y experiencias, mientras que las autoridades universitarias y maestros percibieron su entusiasmo por aprender y gran interés por vivir plenamente la experiencia de ser estudiantes universitarios.
"Los adultos mayores no somos fáciles de dirigir, pero hemos demostrado que aún mantenemos viva la flama del saber; somos testigos que a pesar de las diferencias que podamos tener, encontramos gente muy valiosa, con mucho conocimiento, creatividad, inquietud e iniciativa, al grado de que algunos compañeros del grupo tienen en mete continuar su formación académica", pronunció Juan Mario García Cuéllar.
Integrante de la Generación 2012-2014, García Cuéllar reconoció que en dos años de clase, junto con sus compañeros pudo valorar el vasto conocimiento de los catedráticos de la Máxima Casa de Estudios.
"Este diplomado que está en etapa de siembra o de echar raíces, nos ha mostrado materias interesantes que nos han reforzado los conocimientos adquiridos a través de diversas etapas de la vida, pero también nos evidenció que existen áreas de oportunidad las cuales ya hemos externado en la dirección y que seguro estamos serán tomadas en cuenta para beneficio de este proyecto ya hecho realidad", agregó.
Acerca del impacto que ha tenido en la comunidad la Universidad para los Adultos Mayores, el Rector Jesús Ancer Rodríguez explicó que la demanda de ingreso para este Diplomado es constante y por ello, están considerando ampliar la cobertura en este programa educativo.
"Estamos pidiendo apoyo para crear un edificio, infraestructura mayor, para tener una capacidad instalada adecuada y de calidad; estamos analizando el proyecto, porque la demanda es alta y la Universidad debe tomar una decisión para el próximo año y consolidar el programa", advirtió.
El funcionario universitario adelantó que el diplomado podrá complementarse con un programa que permita a los adultos mayores emplearse en alguna de las empresas de la entidad.
"Es un trabajo importante de calidad de vida y satisfacción, en este momento, los alumnos que hoy se gradúan tienen la oportunidad de integrarse a la Federación del Adulto Mayor y continuar ligados en la Universidad en actividades de carácter social, ya están por integrar su mesa directiva como un primer paso", expuso.
Por Esperanza Armendáriz
Fotografía Efraín Aldama Villa
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